miércoles, diciembre 25, 2013

Cuentos de navidad


Establo.
Molesto por la luz y la bulla que lo despertó, se acercó a comer;
el berrido del recién nacido le quitó el hambre.

Adviento.
-¡Estamos perdidos!- dijo con los ojos abiertos por el miedo.
-No te desesperes- le respondió con una calma envidiable, y añadió:
-Si nos dijeron que vendría... vendrá.

Hijo de Dios.
Por más esfuerzo que hacía, no podía sacarse de encima al gordo del traje rojo.
Y lo que era peor: nadie se daba cuenta que estaba ahogándose debajo de él.

Estrella de Belén.
El día había sido amargo; anochecía cuando iba de vuelta cabizbajo y el cabezazo que se dió en el poste lo puso furioso.
La risa alegre del bebé que estaba en el establo le cambió la vida.

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